miércoles, 29 de abril de 2009

Triangular: Athletic - Amurrio - Alavés

Hoy se disputará en Amurrio a causa del 60 aniversario del Amurrio un trneo triangular entre Amurrio, Athletic y Alavés.



Primer partido: Amurrio 1 Athletic Club 3
(17') 1-0. Beitia, de cabeza, a la salida de un córner.
(23') 1-1. Etxeberria, tras jugada personal.
(31') 1-2. Ustaritz, de remate impecable de cabeza a la salida de un córner.
(38') 1-3. Ustaritz, de nuevo de cabeza.


Segundo partido: Alavés 0 Athletic Club 1

(22') Cambio en el Athletic Club: Jon Mar sustituye a Del Olmo.
(23') 0-1. Ion Vélez culmina una buena jugada rojiblanca.

Tercer partido: Amurrio - Alavés

http://www.athletic-club.net/web/main.asp?a=0&b=1&c=1&d=1000&berria=8072&idi=1

lunes, 27 de abril de 2009

¡Ya era hora!




Tras 24 años de espera hemos conseguido al fín conquistar una semifinal de copa y llegar a la final de la tan ansiada copa.

Y como es lógico esta situación ha sido aprobechada para hacer caja, como pensarían unos o para mostrar el apoyo al club como piensan otros.

De las muchas camisetas que están surgiendo la menos buena sin duda ha sido la oficial. No porqué no nos guste, porque todo lo que tenga el escudo del Athletic nos gusta, pero nos ha parecido mal que se le de tanto "bombo" y luego saquen esa camiseta tan poco elaborada.


Más camisetas aparte de esta han surgido: como por ejemplo la de Bilbosport que será de la marca errea y la camiseta sacada por kukuxumusu, una camiseta preciosa en la cual aparecen unos leones encima de la gabarra festejando el título de copa y en las olas que provoca la gabarra unos ratones surfeando con la camiseta del Barça. (http://www.sacamoslagabarra.com/)

sábado, 25 de abril de 2009

Una noche mágica


Ocurrió un 4 de marzo de 2009. El día parecía uno más, era un miércoles de trabajo en Bilbao, pero había un cierto ambiente de emoción puesto que el Athletic jugaba un partido muy importante en su historia, una semifinal de copa.

En realidad todo había comenzado mucho antes, un miércoles día 29 de octubre en Bilbao, en ese partido el Athletic ganó por 2-0 al Recreativo de Huelva en el primer partido de la copa. En el siguiente partido de la copa el Athletic no falló y eliminó al recre. Lo mismo hizo con Osasuna y Sporting de Gijón, pero Sevilla todos sabíamos que iba a ser diferente, un buen equipo que nos crearía muchos problemas. Y como se pensaba, el Sevilla ganó a la ida por 2 goles a 1.

Retomando el tema, aquél día no parecía ser diferente al resto, pero si lo era, era el segundo partido de la semifinal de copa, casi nada. No se hablaba de otra cosa en toda la provincia: ¿Que vamos a ganar o vamos a perder?

Caminaba por el centro de Bilbao a pocos minutos de que comenzase el partido, buscando un bar donde resguardarme del frío y donde compartir mis emociones con otras personas. La estampa era cuanto menos impresionante: nadie por las calles, todo el mundo dentro de los bares, las calles engalanadas con banderas bicolores, rojo y blanco, y un silencio sepulcral que hacía estremecer a las muy pocas personas que pasaban por allí hasta que un griterío se empezó a escuchar…GOOOOOOOL.¿¿¡¡ El partido había empezado y yo no me había dado cuenta??!! Corrí al bar más cercano y en efecto, no sólo había comenzado sino que había marcado el Athletic en el minuto 3. Comencé a saltar y me uní por unos momentos a la fiesta, pero pronto me volví a concentrar en mi búsqueda. Cada paso que daba era un segundo menos que le restaba al partido y eso unido a los “uys” que no hacían más que corear los que tenían la suerte de estar viendo el partido me ponían muy nervioso. Pero al torcer la esquina encontré el lugar perfecto, un bar de pintxos en el que solo había cuatro aficionados frente a la barra y la camarera. Estando sentado y tranquilo comencé a disfrutar del partido. Ocasión tras ocasión el ambiente se calentaba y se estaba conteniendo y esperaba a explotar de un momento a otro. Y esa explosión llegó en el minuto 34 cuando Llorente metió el segundo. El estadio se oía desde el extrarradio de Bilbao. Mi felicidad iba aumentando mientras mi voz poco a poco disminuía y mi corazón se aceleraba. Sin darme tiempo a celebrar el gol llegó Toquero y me convirtió en una de las personas más felices de la tierra junto con todos los que tenía a mí alrededor.

Sin casi darme cuenta el partido finalizó, pero la fiesta se prolongó por todo Bilbao durante toda la noche. Hasta aquí llego mi experiencia, ya que no pude continuar la fiesta como hubiese deseado, al día siguiente tenía clase, pero la verdad es que me lo pasé genial y será uno de los días más felices de mi vida. Espero que se repita lo mismo el 13 de mayo.

Conociendo nuestra historia

1898-1913

El Athletic Club surge en un Bilbao que despierta a la industrialización. Bilbao, la pequeña ciudad mercantil y comercial circunscrita al perímetro de las siete calles y Bilbao La Vieja, abre sus puertas y se convierte en una urbe que acoge experiencias industriales y financieras de muy diversa índole. Hay ferrocarril, grandes siderurgias, pequeños y grandes astilleros, talleres metalúrgicos, minería, plantas químicas, bancos, sociedades culturales y recreativas, revistas y periódicos diarios, junto a una poderosísima clase empresarial.
El Bilbao de aquellos años reunía los requisitos imprescindibles para que un destacado sector de su población abrazara con entusiasmo la entonces novedosa práctica del "sport". El desarrollo del deporte en Bilbao no es casual ni excepcional, surge en un ámbito geográfico y temporal muy determinado, como una moda burguesa y, por consiguiente, urbana. El nacimiento e instalación de los primeros gimnasios en la villa, debe interpretarse igualmente como una manifestación más de este dinamismo social. La burguesía bilbaína se trata de un grupo social muy activo, enormemente atraído por todo lo que viene de Europa, y muy especialmente por lo "inglés". Se habla incluso de la "anglomanía" que invadió el Bilbao de aquellos años. Además Bilbao acogió entonces a una nutrida colonia extranjera, cuya presencia facilitó la incorporación de hábitos, modas y costumbres hasta entonces desconocidas en nuestro país.La afición por el deporte se limitaba a la aristocracia de Neguri y la pudiente burguesía bilbaína: lawn- tennis, regatas, carreras de motocicletas, ciclismo, pelota y fútbol son los deportes por excelencia.Por lo que respecta a la práctica del fútbol, un pequeño recorte de prensa del Noticiero Bilbaíno recogía, allá por el año 1894, un desafío que pasará a la historia futbolística. Un aficionado local retaba a la colonia inglesa a un encuentro de fútbol en las campas de Lamiako. El partido se disputó el 3 de Mayo de 1894 con resultado adverso para los locales, de seis "goals" a cero. Pero la semilla germinó con fuerza y los bilbaínos pronto se interesaron por la práctica de este deporte.En 1898 un grupo de 33 deportistas, de entre los que en el Gimnasio Zamacois se reunían para practicar y hablar de fútbol, constituyeron un equipo que, sin tener forma legal, denominaron Athletic Club, celebrándose el 5 de Abril de 1901 en el Café García, la asamblea de constitución definitiva del Athletic Club.El fútbol se vivía aún entre una mezcla de pasión y de expectación ante la novedad. En aquel entonces el principal rival del Athletic era el Bilbao FC. El número de espectadores que se acercaba en tren a las campas de Lamiako era cada vez mayor -se llegaban a contabilizar 3.000 asistentes-, y raro era el día en que el espontáneo campo, probadero hípico, no registraba un lleno.Sólo faltaba organizar encuentros de envergadura que permitiesen calibrar los logros adquiridos por los equipos vascos. La oportunidad la brindó el primer torneo estatal organizado con motivo de la coronación de Alfonso XIII en 1902. Este trofeo, primero de los logrados por el Athletic bajo el nombre "Bizcaya", equipo formado por jugadores del Athletic y del Bilbao, se consiguió tras derrotar al "Español" por cinco a cero, al "New Club" de Madrid por ocho a uno y al "Barcelona" por dos a uno.En 1903, el Bilbao FC acordó en Junta General disolver la Sociedad ingresando todos sus socios en el Athletic. Ese mismo año, el Athletic superó una dura crisis en la que se llegó a plantear su disolución. Solventados estos momentos críticos, los éxitos siguieron acompañando al Athletic: Campeones de España en los años 1903, 1904, 1910 y 1911.Los encuentros de fútbol iban en aumento y surgían grandes figuras de la categoría de Belauste o Pichichi. Los campos, primero Lamiako (Leioa) y tras 1910 Jolaseta (Getxo), ya no reunían las condiciones adecuadas para la práctica de un deporte cuya afición crecía día a día. Un equipo ya tantas veces campeón, con figuras importantes, necesitaba tener un campo en la ciudad.Bajo la presidencia de Alejandro de la Sota, el 20 de Enero de 1913 se ponía la primera piedra del nuevo estadio del Athletic Club en la Vega de San Mames, inaugurándose siete meses más tarde, el 21 de Agosto de ese mismo año. Se enfrentaron el Athletic y el Racing de Irún. El encuentro terminó con empate 1-1. Seve Zuazo tuvo el honor del saque inicial y Pichichi el del ser el autor del primer gol rojiblanco en la "Catedral".


1913-1928

La inauguración de San Mamés fue el preludio de una sucesión de éxitos que llevaron al Athletic a la consideración de mejor equipo del Estado. No sólo contaban con una plantilla envidiable, de esta época viene el apelativo de "leones", sino también con los mejores entrenadores importados directamente desde Inglaterra. A Mr.Barnes le cabe el mérito de fomentar el trabajo entre los jugadores, mejorar su preparación, conseguir para ellos una técnica más depurada y, sobre todo, inculcarles disciplina.
Con estas bases, un equipo de lujo y de buen oficio, no es extraño que los logros deportivos fuesen pronto una realidad. La obtención de los trofeos en propiedad del Campeonato Regional y de Copa tras las sucesivas victorias en 1914, 1915 y 1916, fue el reflejo de un trabajo bien hecho. Aquel fue el equipo inmortalizado por José Arrue: Ibarreche bajo los palos, Solaun y Hurtado formando una férrea defensa, la tenacidad de Eguía, el coloso Belauste que imponía su presencia en el centro del campo al igual que su hermano Ramón, o la inquietante delantera formada por Iceta, Germán, Apón, Zuazo y Rafael Moreno, Pichichi.El público seguía con expectación los partidos, pero muy especialmente aquellos de campeonato que enfrentaban a equipos vascos, sobre todo, Arenas de Getxo, Racing y Sporting de Irún y Real Sociedad de San Sebastián, y los organizados en navidades contra equipos extranjeros, oportunidad de estudiar otras "escuelas footbalísticas".Los aficionados rojiblancos se acostumbraron fácilmente a la victoria y el posterior multitudinario recibimiento. Pocos podían imaginar a mediados de 1910, que llegaban tiempos difíciles para el equipo bilbaíno, al enfrentarse a equipos que contaban, de manera encubierta, con profesionales en sus filas.El Athletic tardó un lustro en conquistar otro título. En la temporada 1919-20 se conquista de nuevo el Campeonato Regional, y ya con un equipo renovado, se consiguieron los campeonatos de Copa de 1921 y 1923.La década de los veinte también supuso para los jugadores del Athletic su reconocimiento a nivel internacional. El hecho tuvo lugar en la famosa Olimpiada de Amberes, donde la selección española consiguió el subcampeonato con una significativa representación rojiblanca, compuesta por José Mari Belausteguigoitia, Sabino Bilbao, y Rafael Moreno Pichichi, Txomin Acedo y Sesumaga.El Athletic tenía su sede en "La Alcazaba" y una masa social que rondaba los 2.000 socios. Son tiempos de cambio. El profesionalismo es un hecho incuestionable, el fútbol comienza a ser considerado el verdadero deporte rey de masas, y está a punto de nacer la Liga.


1928-1937

La temporada 1928-29 ha pasado a la historia como la de la Primera Liga del fútbol español. La 1929–30 como el primer doblete rojiblanco. El nacimiento del torneo de la regularidad fue objeto de feroces críticas, en un principio, ante la idea de que la prueba pudiese aburrir al aficionado ante la acumulación de partidos.
Nada más lejos de la realidad. Esta competición pronto deja atrás el interés suscitado por campeonatos regionales, partidos amistosos, giras europeas, etc. para convertirse en el referente obligado de la temporada. Una Liga que comenzó con diez equipos, los nueve que habían disputado alguna final copera (los conjuntos vascos del Arenas de Getxo, Real Sociedad, y Real Unión de Irun, los catalanes F.C. Barcelona, RCD Español y Europa, y los madrileños Real Madrid y Athletic Club de Madrid), más el campeón de una eliminatoria entre los equipos designados, en principio, para formar la Segunda División (el Racing de Santander).Coincidiendo con el inicio liguero, el club rojiblanco reunió a una de sus mejores plantillas de la historia y la que, sin duda, más triunfos le ha dado: 4 Ligas, 4 Copas, 6 Campeonatos Regionales y 2 Copas Vascas. Estamos hablando de 16 títulos oficiales en 8 años. Época de triunfos y récords, algunos de los cuales aún hoy día no han sido superados. Una etapa realmente gloriosa e intensa en la historia del Athletic, que lanzó a sus componentes al estrellato futbolístico, pues tanto su entrenador Mister Pentland, como Blasco, Castellanos, Urkizu, Garizurieta, Mugerza, Unamuno, Lafuente, Iraragorri, Chirri, Bata, Gorostiza, Roberto y Cilaurren, aún perviven en la memoria colectiva de la afición.Fue un conjunto formado, como será norma habitual, con componentes de los equipos inferiores del Athletic y con miembros de la rica cantera de Bizkaia. Así son fichados del Acero Blasco (1926), del Alavés Unamuno (1927) y Roberto Echevarria (1928), del Barakaldo Lafuente (1927) y Bata (1929), del Arenas Gorostiza (1929) y Cilaurren (1932)... proviniendo del equipo de los reservas del Athletic los Chirri (1925), Garizurieta (1927), Ispizua (1928) o Iraragorri (1929).Mención aparte en este grandísimo conjunto merece el "Mister" inglés Fred Pentland, el técnico que, en sus dos etapas (1922–1925 y 1929–1933), más títulos oficiales ha conquistado para el Athletic Club, 12. Con su puro y bombín, fue un autentico personaje en el Bilbao de preguerra. No fueron muchos los años que este equipo jugó junto, de todas maneras ha quedado en el recuerdo de los aficionados la delantera histórica de Lafuente, Iraragorri, Chirri, Bata y Gorostiza, las facultades físicas del gran defensa Leonardo Cilaurren, o la garantía en la puerta del guardameta Blasco, todos ellos internacionales.Para esta etapa, el fútbol ya era algo completamente profesional, los componentes del Athletic cobraban una media de 750 pesetas al mes y 20 duros más por partido ganado. Sólo el gran Carmelo Goyenechea (retirado tras la campaña 1928–29) quedaba como amateur, reflejo anacrónico de los tiempos pasados. La marcha del equipo era fundamental en la economía del Club, sólo se recibía dinero vía cuotas y entradas, por lo que en la gloriosa temporada de 1929–30 se logró un superávit de 172.482 pesetas que la Junta Directiva destinó a la ampliación de la tribuna de San Mamés en 400 personas más. Posteriormente llegaron años más duros en los que la Junta inventó el día del Club (Junta General del 22 de julio de 1932) para no tener que vender talentos. El público seguía asistiendo a San Mamés. Para 1934 se contaba ya con 4.044 socios.El final de este ciclo fue rápido, brusco, y definitivo debido a la guerra, no dándose la deseada transición entre generaciones debido a la contienda civil.

1937-1954

La guerra, como no podía ser de otra manera, golpeó con fuerza en el Club bilbaíno. No eran tiempos de ocio. La movilización militar afectó a los jugadores del Athletic, en San Mamés se recaudaban fondos para luchar contra el ejercito sublevado, como aquel partido "pro-aviación Euzkadi" de 1937; son los años de la gira por Europa y América de la selección EuzkadiÂ… De los 3000 socios con que contaba el club antes de la contienda civil se pasó a 587; en un país donde se acuñaban frases tales como "lista de racionamiento", "evacuación" y "exilio" resultaba difícil reorganizar el equipo. Pero poco a poco se imponía "volver a la normalidad".
Posiblemente, una de los mayores logros en la historia del Athletic, ha sido el de realizar con éxito la renovación completa de la plantilla tras la guerra. El gran equipo campeón previo a la contienda, quedó desmantelado tras la misma, y hubo necesidad de crear otro que fuera capaz de conseguir idénticos logros deportivos que sus predecesores. Sólo Gorostiza, Oceja, Unamuno, Garate y Urra seguían luciendo la camiseta rojiblanca. El sistema de reclutar nuevos valores fue la organización de un torneo entre equipos de Bizkaia que contase al menos, con cinco componentes menores de 17 años. La riqueza de la cantera vizcaína se vio pronto refrendada, ya que de esta competición, surgieron figuras tales como Bertol, Panizo, Arqueta, Gainza... a las que pronto se sumarían Zarra o Iriondo. Esta acertada política de fichajes condujo a que con el tiempo el Athletic conseguiría uno de los equipos más laureados y recordados de su historia. Paralelamente al resurgir de la plantilla se produjo el retorno de los socios, ya que para la temporada 1940-41 había inscritos 1500.Las promesas pronto se convirtieron en realidad, y el equipo de la posguerra consiguió nada menos que 5 títulos (la liga de 1942-43 y las Copas del 43, 44, 45 y 50), además de 6 subcampeonatos (3 de Liga y 3 de Copa). Con ello el Athletic volvió a la senda de los triunfos, a conectar con la afición, prueba de ello son los espectaculares recibimientos con los que eran agasajados, y a ser considerado el Rey de Copas al disputar 7 finales en 13 años. En palabras del afamado periodista Monchín, "la final la juegan el Athletic y otro equipo".Esta es la época de la gran delantera rojiblanca (Iriondo, Venancio, Panizo, Zarra y Gainza), aunque es injusto olvidar al magnífico equipo que estaba a su zaga: Lezama, Oceja, Bertol, Ortuzar, Mieza, Arqueta, Ortiz, Garate, Celaya, Unamuno... Era por tanto un gran equipo donde primaba lo colectivo pero en donde sobresalían la gran categoría de ciertas individualidades: Zarra, el mejor goleador de la historia de la Liga, 6 veces Pichichi –máximo goleador- y auténtico fenómeno social, Panizo el jugador que cambió la concepción futbolística en Bilbao, Gainza el incombustible extremo...Por otro lado las competiciones cada vez se volvían más exigentes. La Liga pasaba de doce equipos en la temporada 1939-40 a catorce para la de 1942-43 y dieciséis en la de 1951-52. Asimismo, comienzan a recalar las primeras figuras extranjeras (Kubala, Ben Barek, Di Stéfano...).Durante estos años se lleva a cabo la transformación más radical y definitiva sufrida en San Mamés al construirse de nueva planta la tribuna principal ahora sin columnas y con un icono que será símbolo del campo a partir de la temporada 1952-1953: el "Arco de San Mamés".


1954-1973

La temporada 1953–54 fue considerada por la prensa especializada como la de "El ocaso de los dioses". Fue en verdad una época de transición, pero pronto empiezan a consolidarse figuras de la talla de Arieta, Carmelo, Uribe, Mauri, Maguregui... nombres que aseguraban la continuidad de un equipo campeón.
Una vez más el salto generacional se produce sin traumas. Estaba aún presente el juego extraordinario del once formado por los Lezama, Celaya, Oceja, Nando, Bertol, Mieza, Garate, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gainza... cuando se formó, gracias a la riqueza de la cantera de Bizkaia, otro grandísimo conjunto, el de los "Once Aldeanos", aquel de Carmelo, Orue, Canito, Garay, Mauri, Maguregui, Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y de nuevo el gran Piru Gainza.Es el equipo de Fernando Daucik, el que ganó una Liga (1955-56) y dos Copas (1955 y 1956), el que debutó oficialmente en competición europea y disputó el épico partido contra el Manchester United en Copa de Europa, y el que venció en la final de Copa de 1958, ya sin el checo en el banquillo, al poderoso Madrid campeón de Europa, en el mismísimo Bernabeu. Equipo, en suma, que alegró la década de los 50 a la afición rojiblanca agrandando el curriculum deportivo del Club.Durante las dos décadas siguientes de los sesenta y setenta, se producirá una de las etapas más injustamente tratadas en la historia del Athletic. Si es cierto, que no fue tan rica en triunfos como las épocas anteriores (se lograron las Copas de 1969 y 1973 y se tocó con los dedos la liga de 1969-70 y las Copas de 1966 y 1967), sin embargo, también lo es, que fue una fase en la que se apostó de un modo definitivo por la cantera. Se creó oficialmente el equipo de juveniles (1961) y renació el Bilbao Athletic (1964). La apertura de la escuela de fútbol en las instalaciones de Lezama (1970), no hizo sino rubricar con letras de oro esta política de promoción del fútbol base. Aquí se planifica el futuro partiendo de los equipos inferiores, trabajo silencioso, no tan llamativo pero igual de importante que el realizado por el primer equipo, y que será garante de los logros deportivos que éste consiga en un futuro.El buen hacer con los equipos inferiores pronto ofreció sus frutos y así, además de los triunfos cosechados por el Juvenil (ganaron las Copas desde 1962 a 1967), en breve se fueron incorporando jugadores al Athletic, entre los que destacará Txetxu Rojo. Éste, tras permanecer dos temporadas en juveniles se incorpora a la plantilla profesional en 1965/66 permaneciendo en ella hasta la temporada 1981/82 y siendo el segundo jugador que más partidos ha disputado en la historia del Club.Si Txetxu Rojo puede ser considerado como jugador carismático, que decir de otra figura legendaria del Athletic: José Ángel Iribar Kortajarena. 18 temporadas en activo (de la 1962/63 a la 1979/80), récord de partidos con 467 de Liga, 93 de Copa, y 55 de competiciones europeas. Guardameta de elite continuador de la gran saga de porteros que ha dado el Athletic (Ibarreche, Vidal, Blasco, Lezama, Carmelo), y que han convertido ese puesto en algo especial para la afición.En lo que respecta a San Mamés, en esta fase se producen importantes modificaciones que le acercan a la fisonomía con la que se nos presenta hoy día. Así en 1957 se construye la Tribuna Sur, en el 61 la Norte, en 1964 se ilumina el terreno de juego con luz artificial, y en 1972 se inaugura la Tribuna Este. Si a todas estas transformaciones le sumamos la realizada con motivo del MundialÂ’82 el resultado será el estadio actual.Es por tanto una época crucial en la que se modernizan las estructuras del Club en todos los aspectos, lo que le permite competir en pie de igualdad con el resto de las plantillas que cuentan con "apoyos" tales como poder contar con dos extranjeros por equipo tras la temporada 1972-73.Fue este año, 1973, en el que el Athletic celebraba sus bodas de diamante. 75 años de coherencia deportiva al servicio del fútbol vasco.

1973-1998

Tras cumplir las bodas de diamante y lograr el vigésimo tercer título de Copa, muchos ya intuían que el caminar del Athletic iba a ser cada vez más difícil viendo los derroteros que estaba tomando este deporte de masas. Si antes eran contados los jugadores foráneos que llegaban al fútbol español -las famosas polémicas de los oriundos o nacionalizados -, tras la temporada 1972/73, cada equipo tuvo la posibilidad de contar con dos extranjeros en sus filas, hecho que supuso un cambio sustancial en el fútbol hispano, aunque hoy parezca una cifra irrisoria.
Desde esos dos extranjeros a la libre contratación de comunitarios por efecto de la Ley Bosman, más cuatro extranjeros no comunitarios en el once titular, de la temporada 1996-97, sólo han pasado 24 años. Un salto estructural increíble dentro de, no lo olvidemos, una competición deportiva. Poco a poco las cosas se van complicando para continuar con la filosofía rojiblanca, y aunque el debate sobre el mantenimiento de la misma llegó a la calle a mediados de los 90, la afición, en general, ha reaccionado afirmando esta política de apoyo al fútbol base.Época de transformaciones profundas en donde el fútbol ha pasado a ser un generador diario de noticias, un foco de atención permanente de aficionados y público, llegando a estar considerado como un "bien común general". Cambio es la palabra que define esta última década del siglo XX: Champions League, se habla de liga mundial de clubes, de Mundiales de Fútbol bianuales... Los clubes de ayer son hoy Sociedades Anónimas, los presupuestos disparados, los ingresos atípicos cada vez más importantes y necesarios... Seguramente nunca en la historia del fútbol ha habido tantas innovaciones en su organización, ni siquiera en los años 20 cuando se optó entre el profesionalismo o el amateurismo.En lo estrictamente deportivo, la Liga se vuelve cada vez más competitiva aumentando poco a poco el número de partidos, de los dieciocho equipos del año 1972-73, a los veinte en la 1989-90, llegando a veintidós en la 1995-96, lejos quedan ya los diez equipos fundacionales del campeonato a la regularidad de 1928-29. Más y mejores equipos lo que exige unas plantillas más amplias, lo que implica fichajes... y un adaptarse a los tiempos sin cambiar en lo esencial.A pesar de las dificultades, el Athletic ha realizado auténticas proezas, como lograr con un fútbol de ensueño, el subcampeonato de Copa y UEFA en 1977, y, sobre todo, los títulos de la década de 1980. Los prodigiosos años de la era Clemente, con victorias logradas ante algunos de los mejores jugadores del mundo (Maradona, Schuster, Hugo Sánchez, Stielike...), y que permitieron a una generación entera, entonar por vez primera el Alirón. Años, de Ligas y Copas, de gabarras... de una alegría y euforia desbordante que parecía no tener fin.Sin embargo, después de estos éxitos, tras cese de Clemente, temporada 1985-86, se entró en una dinámica peligrosa de división de la masa social, de fichajes de jugadores, el recambio generacional fue mucho más difícil de lo esperado, y de baile de entrenadores inusitado en nuestro Club (diez de la temporada 1985-86 a la 1995-96). Como aspectos positivos de este periodo "post-Clemente" están el buen sabor de boca que dejó Kendall en Bilbao, el juego desplegado por Heynckes, la noche mágica contra el Newcastle, los debutes de jugadores como Alkorta, Urrutia, y, especialmente, Julen Guerrero, abanderado del club en esta década.Ya con mayor estabilidad, y con Luis Fernández en el banquillo, revulsivo para el equipo y para la afición, en 1998 le cupo al Athletic el honor de ser el primer club de primera división que ha cumplido sus primeros 100 años de vida, efemérides que celebró con el subcampeonato liguero de esa temporada.En el apartado institucional destacan el nuevo himno (1983), los recibimientos sobre la gabarra, la inauguración en 1988 de una nueva sede para el Club sita en Ibaigane, y, sobre todo, la celebración del Centenario del Club.

1998-2008

Tras la resaca producida por la celebración del Centenario, el subcampeonato de liga 1997-98, y la consiguiente participación en la Champions League, el ciclo de Fernández llegó a su fin en el año 2000. Posteriormente ocuparon el banquillo dos viejos conocidos, Txetxu Rojo, y Jupp Heynckes, y en la temporada 2004-05 se regresa a Europa, vía UEFA, de la mano de un hombre de la casa Ernesto Valverde.
Después de la marcha de Valverde, las siguientes temporada de 2005-06 y de 2006-07 son de las más oscuras en la historia del Athletic, batiéndose casi todos los récords negativos de la misma. Años tremendamente difíciles tanto a nivel deportivo (las más negativas de todos los tiempos en cuanto a clasificación liguera en la vida del club) como institucional con dimisión del presidente Fernando Lamikiz incluida.Superado este bienio negro, actualmente, dirigidos por Joaquín Caparrós, el equipo es un conjunto joven, con futbolistas de contrastada calidad, en donde el relevo generacional se está produciendo sin mayores traumas, y en el que se apuesta decididamente por gente de la cantera procedente de Lezama.Es también en estos años cuando, tras años de negociaciones con las instituciones políticas locales, cristaliza un proyecto vital para la viabilidad del club: la construcción del nuevo campo de San Mamés, que comenzará en 2009.Aquel Club fundado hace más de un siglo a imagen de los clubes ingleses, es hoy una entidad con más de 33.000 socios. Un Club que se ha hecho famoso por mantener una peculiaridad que llevó en su día al diario deportivo francés L’Equipe, a definirle como un "caso único en la historia el fútbol mundial". Esta peculiaridad no es otra que el mantener la tradición de contar únicamente con jugadores vascos, o formados en la cantera vasca, política que ha permitido permanecer al Club, a lo largo de toda su historia, en la elite del fútbol.
El próximo 13 de mayo se escribirá otra página en el libro de oro del Athletic, quién sabe si como triunfadores o cómo equipo que luchó y no pudo...


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